Sí.
Hoy en día, en la mayoría de los casos, todo lo relacionado con la Calidad en obra tiene dos finalidades principales:
La primera y más importante, obtener el sello de Calidad, certificado a poder ser por un entidad relevante, lo cual en teoría supone una ventaja a la hora de obtener licitaciones y una buena imagen de empresa que ofrecer a posibles clientes tanto privados como públicos.
La segunda finalidad, y en determinados casos, bastante importante, es recopilar toda la información referente a una obra: certificados de Calidad, fichas de inspección, aptas de ensayos, etc. Por si en un futuro, pudiera surgir algún problema o incidencia en la obra, las constructoras (principalmente), puedan aportar la documentación de la ejecución relativa a esa estructura, desmonte, terraplén, túnel,…en el que se ha producido la incidencia.
El concepto de Calidad productiva se refiere al hecho de que pueda aportar aspectos que reviertan en la “producción” de una constructora o bien de una ingeniería.
Para justificar el sí que con el que comenzaba este post voy a dar un ejemplo de una posible utilidad productiva de la Calidad.
Por ejemplo, supongamos que en la obra A se realiza un hormigonado de un tablero de un paso superior de un volumen considerable (600 – 700 m3 por poner una cantidad), el jefe de obra ha previsto la utilización de una única autobomba de hormigonado. Resulta que la única autobomba de hormigonado no dá abasto, se acumulan las hormigoneras, hay que devolver cubas de hormigón y el hormigonado se alarga durante más de 12 horas. Consecuencias: puede que al prolongarse tanto el hormigonado una parte haya empezado a fraguar antes que la otra con lo que pueden aparecer fisuras en la estructura, con las consecuencias que ello tiene: análisis y seguimiento de fisuras, estudios, supervisión de estudios, toma de decisiones,….
En principio la Calidad no resuelve el problema de la obra A (es un problema de planificación y se deberán realizar las acciones correctivas oportunas para solucionar la incidencia) pero una buena gestión de la Calidad de esa incidencia si puede servir para evitar el mismo problema en la obra B, en la obra C, etc.
Es decir:
En oficina de obra: se debe recoger el mayor número de datos posibles (modelo autobomba, número operarios, tipo hormigón, número de cubas, etc) y describir con detalle todo lo relacionado con el incidente y su resolución.
En delegación: garantizar el correcto archivo de la información y asegurarse de la publicación y acceso (conocimiento) a la misma por parte del resto de la empresa.
Hablar de calidad es sinónimo de productividad…Es calidad la eficiencia (uso adecuado de los recursos o construcción sin pérdidas o desperdicios). somos efectivos si ademas de ser eficientes lo hacemos en el tiempo previsto y con la calidad solicitada por el cliente. un encofrado bien hecho, dimensionalmente, con el acabado exigido y con la perpendicularidad al 100%, lo recibe el nuevo cliente (vaciado del concreto) como excelente, pero será no calidad si previamente no se chequearon los aceros de los estribos, y los inferiores están con una separación fuera de norma, aunque estén así mal reflejados en los planos…Se debe desencofrar para arreglar este paso, y esto es desperdicio, pérdidas y baja calidad…Asi que una sana gestión de la calidad siempre sera productiva y rentable, (si en este caso se chequea a tiempo cada paso o etapa de la construcción) porque todo retrabajo o reproceso sin excepción es sinónimo de baja calidad y por ende de baja productividad…
Estoy de acuerdo contigo. Aunque por desgracia todavía hay muchos responsables y jefes de obra que consideran la calidad como un coste indirecto, algo secundario dentro de la obra, sin darse cuenta de lo que tú indicas, que «hablar de calidad es sinónimo de productividad».