Benchmarking en empresas de construcción.

Una de las claves para alcanzar y mantener el éxito en cualquier empresa u organización es buscar, encontrar y  utilizar con eficacia modelos de referencia.

Estos modelos de referencia nos facilitan la mejora continua de los procesos, suprimiendo aquellas operaciones que no proporcionen el suficiente valor añadido e incluyendo toda la experiencia y saber hacer de un modelo que está contrastado por la práctica.

Para la búsqueda de esos modelos de referencia, existe una técnica o herramienta denominada benchmarking, con la que buscamos en otras empresas una forma mejor de hacer  las cosas, y que nos sirva como modelo de referencia para poder alcanzar antes nuestros objetivos.

El término benchmarking fue acuñado por la compañía Xerox a finales de los años 70.

A través del benchmarking podemos conocer en que aspectos se puede mejorar y como hacerlo comparando distintos factores:

-Volúmenes de producción

-Tiempos de ejecución

-Localización geográfica

-Calidad

-Eficiencia

-Clientes

-Clima laboral

El modelo de referencia a buscar puede ser interno (dentro de las empresas de forman un grupo industrial) o externo. En el caso de un  modelo de referencia externo, la información necesaria en la mayoría de los casos no se podrá obtener directamente, ya que como es lógico, las empresas líderes procuran proteger sus ventajas competitivas.

Sin embargo en el caso concreto de la construcción y de la obra civil, existe una práctica habitual que facilita el benchmarking entre empresas del sector, que son las uniones temporales de empresas (UTEs) o Joint Ventures.

Estas prácticas son una forma muy eficaz de realizar benchmarking una vez que se consigue formar parte de ellas, dado que cada una de las empresas que la conforman, aportan lo mejor de su organización con el propósito de llevar a buen puerto el contrato o la obra en cuestión. Es decir ejecutarla con calidad, rapidez y con el mayor beneficio posible.

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Aplicación de Benchmarking en una UTE o JOINT VENTURE.

Entre los aspectos que se pueden “aprender” de otras empresas se encuentran los siguientes:

Empresas constructoras

-Nuevos proveedores y subcontratistas.

-Utilización de nuevos materiales y técnicas de construcción.

-Mejora de planificaciones (aumento de productividad)

-Ambiente de trabajo

-Sistemas de Gestión (Calidad, Medioambiente, Riesgos laborales)

-Mapas de procesos e indicadores.

-Contactos con clientes.

-Know kow

-Formación del personal.

-Nuevos mercados.

Empresas de ingeniería

-Nuevos proveedores y subcontratistas.

-Ambiente de trabajo

-Nuevo software.

-Sistemas de Gestión (Calidad, Medioambiente, Riesgos laborales)

-Mapas de procesos e indicadores.

-Contactos con clientes.

-Know kow

-Formación del personal.

-Nuevos mercados.

Como se puede ver las UTEs son una fuente valiosa de suministro de información y formación para las empresas que sepan sacar provecho de las mismas.

Sin embargo, algunas empresas pierden oportunidades de obtener este beneficio en forma de modelo de referencia para aplicarlo en la mejora de sus procesos. Entre los errores más habituales se encuentra el de enviar personal recién contratado por la empresa a la UTE, que en principio, no están involucrados con la organización ni saben si continuarán en la misma una vez que finalice la obra.

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UTE o JOINT VENTURE sin aprovechar la oportunidad de realizar Benchmarking.

 

Costes de la calidad en la construcción de obras.

La no calidad en la construcción de una obra (errores, defectos, repetición de trabajos, uso de materiales inadecuados,…) cuestan dinero, tiempo y pérdida de imagen en las empresas y los promotores de las obras. En el caso de que los promotores sean organismos públicos, al final también acaba repercutiendo en los contribuyentes.

Siguiendo una clasificación normalmente utilizada, podemos distinguir entre los siguientes:

Costes de calidad; que son aquellos en que incurre una empresa (organización) para evitar errores (costes de prevención) y realizar comprobaciones e inspecciones (coste de evaluación).

Costes de no calidad. Por costes de no calidad se entienden los costes en que incurre una empresa por los fallos cometidos, tanto si los descubre ella (fallos internos) como si los descubre el cliente (fallos externos).

Podemos denominar como “coste total de la calidad de una obra” a la diferencia entre el coste real de lo ejecutado (incluidos retrasos, repeticiones de trabajos) y el menor coste que hubiera tenido si no se hubieran producido ningún error o fallo.

01.12 sep 14
Una de las actividades más importantes es la realización de replanteos. Ya que al ser la primera actividad que se realiza, un error en ella significa arrastrar el fallo al resto de actividades con lo que los costes de calidad aumentan notablemente.

El “coste total de la calidad de una obra” sería pues la suma de los siguientes cuatro tipos de coste:

Costes de prevención.

Que previenen la aparición de no conformidades respecto a los requisitos establecidos. Un ejemplo de este coste es la formación específica a impartir tanto a los responsables de calidad como al resto de los trabajadores.

Costes de evaluación.

Son los que se realizan para verificar la conformidad con los requisitos y especificaciones del proyecto. Un ejemplo de este coste sería el tiempo destinado tanto por el personal de calidad como por el personal de producción a realizar y documentar las inspecciones establecidas.

Costes por fallos internos.

Son los detectados por la propia organización durante la ejecución de la obra. Un ejemplo es la pérdida de tiempo (dinero en definitiva) por tener que repetir una actividad (un replanteo por ejemplo) y toda la posterior repercusión que tiene sobre la planificación inicial de obra.

Costes por fallos externos.

Son los detectados por el cliente una vez que se la ha entregado la obra. Son los más importantes, dado que suponen una pérdida de imagen y confianza con el cliente y un mayor gasto económico, ya que hay que movilizar recursos (humanos y materiales) que en la mayoría de los casos ya no se encuentran disponibles en la zona donde se realizó la obra.

0112 sep 14 a
Cualquier actividad por insignificante que pueda parecer a primera vista, puede originar importantes costes de calidad. Por ejemplo unas barras de acero no atadas o mal atadas puede hacer que se muevan en mitad del hormigonado impidiendo el uso de los vibradores con lo que estaríamos ante un problema serio.

Todos los costes relacionados con la calidad dentro de la ejecución de una obra no se pueden cuantificar. Identificar muchos de ellos es muy dificultoso. Además, los sistemas de contabilidad no están diseñados para identificar muchos de los costes de calidad y de no calidad.

Muchas empresas constructoras y de ingeniería son muy sensibles al coste total de la obra, y por el contrario no son conscientes del alto porcentaje que representa el coste total de la calidad dentro de ese coste global de la obra.