“EXTERNALIZAR” EL CONTROL DE CALIDAD INTERIOR EN LA CONSTRUCCION DE INFRAESTRUCTURAS Y LA GESTION DE SERVICIOS

El mundo de  la construcción  de infraestructuras y gestión de servicios, está constantemente en movimiento y progreso, por ser algo fundamental para el desarrollo humano.

Cada vez el crecimiento de la población, la expansión de las ciudades  y el desarrollo de la tecnología  requiere nuevas infraestructuras  y adaptación de las antiguas a los cambios.

Los promotores de estas infraestructuras, ya sean públicos o privados, requieren hoy más que nunca, que tanto la construcción de infraestructuras como la gestión de servicios se desarrollen con calidad, en plazo y dentro del  coste planificado.

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A: En plazo. Significa entregar al Cliente/Promotor la nueva infraestructura en el  momento acordado. Esto evita retrasos e inconvenientes para las fases de explotación y los proyectos de futuro del Cliente/Promotor.  A su vez, terminar en plazo, supone ahorro de costes para las empresas contratistas, ya que evita aumentos de los costes indirectos y permite acertar mejor con la planificación de los recursos, tanto materiales como humanos.

B: En coste, aunque es obvio, no está de más recordar, que ejecutar la obra dentro del coste establecido o gestionar un servicio dentro los márgenes estipulados es de vital importancia tanto para los Clientes/Promotores privados (ya que sobrecostes elevados podría llevar a problemas financieros) como Clientes/Promotores públicos (ya que una publicidad negativa derivada de una mala gestión del  dinero público puede traer consecuencias políticas en futuras elecciones).En lo referente al contratista, queda claro, que el objetivo es ejecutar los contratos adjudicados y obtener beneficios con ello.

C: Con Calidad. Aunque figure en tercera posición, y se suela decir que la calidad (en la construcción de infraestructuras y la gestión de servicios) es una condición necesaria pero no suficiente, el caso es, que tener una Calidad productiva, orientada a la mejora de procesos, que repercuten en plazos y costes, puede marcar una gran diferencia entre organizaciones del mismo nivel.

 

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Actualmente, en el sector de infraestructuras y servicios, tenemos por un lado, una Calidad Corporativa, que por explicarlo de manera sencilla, sería la Calidad que se desarrolla en las sedes centrales, dedicada al desarrollo, implantación y mejora de los Sistemas de Gestión (de Calidad en este caso), obtención de certificaciones y sellos (ISO,  EFQM,…) realización de auditorías, corrección de No conformidades y gestión de la documentación e  información.

Por otro lado tenemos  la Calidad Productiva, la calidad que se establece específicamente para la gestión de un contrato, ya sea de ejecución de una infraestructura o la gestión de un  servicio.

Dentro de esta Calidad Productiva, tenemos tres  tipos distintos  de calidades, la Calidad Exterior y la Interior, compuesta a su vez de Calidad Externa  e Interna.

Control de Calidad Exterior.

Es el seguimiento y supervisión que hace el Promotor de la obra a través del Director de Obra y de su equipo (Consultor) para comprobar y verificar lo que hacen el resto de controles (interno y externo), responsabilidad del contratista, con el fin de garantizar la conformidad e idoneidad de los materiales y unidades de obra ejecutadas y en general de la obra completa construida.

 

Control de Calidad Interior.

Es el control responsabilidad de la empresa u organización adjudicataria  de la obra. A su vez se divide en  control interno y control externo.

 

Control interno.

Es el seguimiento y supervisión directo de los procesos y trabajos cuya responsabilidad está en las mismas personas encargadas de la producción y ejecución. Es decir es un autocontrol sobre su trabajo siguiendo los procedimientos y formatos establecidos en el Plan de Calidad de la obra.

 

Control externo.

Es la supervisión, vigilancia y verificación de los materiales, procesos y trabajos cuyo responsable es una persona independiente de la rama de producción (no de la empresa), es decir, el denominado Responsable de la Unidad de Calidad.

Es la persona encargada de garantizar el cumplimiento del Plan de Calidad así como de que se realicen los controles y ensayos previstos ya sea con los recursos de la propia empresa o con la colaboración de otras empresas o laboratorios de materiales.

La independencia del control externo debe reflejarse en el organigrama de la obra y en el propio Plan de Calidad.

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Ahora bien la practica nos dice, que estos tres tipos se convierten  en dos, el Exterior; realizado por una  organización independiente y el Interior (que sería prácticamente un 100% de Control Externo) que es realizado por la Organización responsable de la ejecución del contrato, ya sea la construcción una infraestructura o la gestión de un servicio.

Centrándonos  en este último, el control de calidad interior, buscando alguna explicación del porqué en la práctica el control interno casi desaparece y se queda en un control externo, realizado por personal específico de calidad, llegamos a la conclusión de que la calidad interna, no tiene el valor necesario dentro de la planificación del contrato, es decir no es productiva.

 

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Nos encontramos con que el pensamiento mayoritario entre los responsables directivos y de gestión,  es que la Calidad es un coste. Es  un coste de personal (técnicos), es un coste de material (equipos informáticos, vehículos) y es un coste en el plazo (tiempo para realizar inspecciones, control de materiales, corrección de No conformidades)

No entrando en el tema de ensayos, que está regulado en normas y estándares  y es de obligado cumplimiento, el resto supone coste.

Ahora bien, lo que se plantea en este post, es imaginar que supondría  si le damos a esa calidad interna, un valor, es decir, “externalizamos”  la Calidad Interior de nuestra Organización.

Explicaremos esta idea en tres pasos. El primero sería  definir que entendemos por externalizar. El segundo, beneficio desde el punto de vista de la Organización (constructor – empresa de servicios) y el tercero, beneficios desde el punto de vista del Cliente- Promotor de la obra  y/o servicio.

1.-EXTERNALIZACION DE LA CALIDAD INTERNA

Para explicarlo de una forma sencilla, diríamos que  es crear una nueva empresa vinculada a nuestra Organización, dedicada a la gestión de calidad. Contaría con sus propios medios humanos y materiales y como toda empresa estaría orientada a la obtención de beneficios. Trabajaría fundamentalmente para los proyectos adjudicados a la Organización, pero con independencia económica y jerárquica de la misma.

Conviene resaltar, que esta nueva empresa:

.-No tendría ninguna relación con la calidad corporativa de la matriz del grupo, son dos identidades independientes, que pertenecen  a una misma sociedad. La corporativa es un Departamento  mientras que la otra es una nueva sociedad.

.-La externalización  de la Calidad Interior, requiere que el grupo/organización tenga un cierto tamaño y volumen de negocio. No sería práctico ni eficaz en organizaciones o empresas de tamaño medio o pequeño.

 

2.-BENEFICIOS DESDE EL PUNTO DE VISTA CONSTRUCTOR – EMPRESA DE SERVICIOS

Enumero a continuación una serie de puntos con los beneficios que se podrían obtener para las organizaciones constructoras y gestoras de servicios.

*Tiene un valor.Deja de ser un coste indirecto y entra a formar parte del balance del proyecto con beneficios  o según los casos perdidas.

*Aumento de la profesionalización y el know-how  al tener su propio personal y medios independientemente de cada contrato.

*Aporta mayor flexibilidad  a la hora de disponer de técnicos especializados y su movilidad

*Aumenta el valor de la empresa ante el cliente, genera sensación de independencia en el cliente así como aumento de confianza  y la seguridad durante la ejecución o gestión de un servicio.

*Genera un valor económico, esta nueva empresa podría negociar su propio contrato con el cliente, es decir los medios, los precios y los plazos, orientada a obtener un beneficio económico. Prepararía su propio presupuesto.

*Facturación real, la empresa facturaría realmente al cliente por personal, medios, e informes.

*Gestión de la documentación, de los datos y conocimiento. Pasaría de una gestión  personal (realizada por los técnicos  contratados para ese proyecto en concreto) a una gestión empresarial (es la empresa la que tiene la información, no ya las personas)

*Esta empresa/ sociedad, tendría la posibilidad (siempre planteado como objetivo secundario) de conseguir contratos y proyectos propios, sin presentarse de la mano la empresa matriz, de manera independiente, pudiendo obtener  otras fuentes  de ingresos y beneficios.

 

 

3.-BENEFICIOS DESDE EL PUNTO DE VISTA CLIENTE – PROMOTOR DEL PROYECTO

Para el cliente o promotor de una obra o servicio se generarían sinergias positivas:

*Aumenta la confianza  en el control y aseguramiento de la calidad de su proyecto, eso repercute en  los cumplimientos de los plazos y el control de los costes.

*Conoce el coste de la calidad que tiene en cada momento y lo que paga por ello, pudiendo aumentarlo o reducirlo según sus intereses.

*Mejor gestión documental de la información del proyecto, al ser gestionada por una empresa especializada en calidad y no por personas  contratadas para un proyecto y que pueden abandonar el mismo en cualquier momento.

*Una buena calidad de la información, de las cifras, datos e informes. El cliente puede sacar conclusiones  de las buenas prácticas y procedimientos y expandirlos a nuevos proyectos y actuaciones que supongan ahorros de costes y plazos. Es decir, la famosa  mejora de procesos o mejora continua.

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Obviamente , todo esto debería partir de los promotores – clientes  y si vamos mas allá,  de las Administraciones Públicas, que son los que al final establecen y regulan las normas y procedimientos, obligando a incluir en los proyectos y pliegos de los contratos, clausulas y presupuestos para la Calidad. Lo mismo que actualmente se hace para la Seguridad y Salud (capitulo propio en un presupuesto de un proyecto) y para el Medio Ambiente y las acciones correctivas medioambientales (Declaración de impacto ambiental, Evaluación de Impacto Ambiental, capitulo propio en el  presupuesto para ejecución de medidas correctoras relacionadas con el Medio Ambiente).

Mejora continua de procesos

Como en toda actividad empresarial, la construcción de una obra o infraestructura está formada por un conjunto de procesos interrelacionados. Estos procesos serán estratégicos, operativos o de apoyo.

Partiendo de la premisa de lo que no se mide no se puede mejorar, nos encontramos con la situación  de que muchas empresas del ámbito de la construcción y de la gestión de infraestructuras y servicios tienen implantados en sus organizaciones excelentes sistemas de gestión, sistemas por procesos a los cuales no se les saca todo el partido posible por dos razones principales, falta de implicación de los comités de dirección de dichas organizaciones y por desconocimiento de todas las posibilidades que nos ofrecen estos sistemas de gestión, que no olvidemos, ya están implantados en esas empresas.

A la hora de realizar el análisis de los resultados de un proyecto, tanto los éxitos como los fracasos, no se suele tener en cuenta la información y los datos que nos aportan los procesos (que previamente ha sido seleccionados, planificados y que han estado siendo controlados a lo largo de la duración de ese proyecto). Esos procesos que, si han funcionado correctamente, nos ha aportado un aumento de la productividad reduciendo errores e incidencias durante la realización de las distintas actividades. Es decir, un aumento de la eficacia y eficiencia.

Todos estos procesos (que existen, son parte del sistema de gestión ya implantado) se están alimentando con una serie de datos (entradas) y nos están devolviendo unos datos reales y actualizados (salidas) que contienen toda la información necesaria, para que a la hora de tomar las decisiones que afectan a la modificación los procesos productivos, se elijan aquellas soluciones que van a aportar un eficiencia y eficacia mayor.

Si esta aplicación del análisis de la de entrada-salida de datos de cada proceso, lo hacemos en cada uno de los diferentes proyectos de nuestra organización habremos conseguido poner en marcha un sistema de mejora continua global de nuestros procesos que constantemente nos requerirá unos datos actualizados (entradas) y nos devolverá los resultados en forma de otros datos (salidas) que a su vez volverán a servir como entradas para las nuevas mejoras de los procesos, consiguiendo de esta forma un ciclo de mejora continua sin fin.

 

Gráfico ciclo Mejora Continua
Gráfico ciclo Mejora Continua

Benchmarking en empresas de construcción.

Una de las claves para alcanzar y mantener el éxito en cualquier empresa u organización es buscar, encontrar y  utilizar con eficacia modelos de referencia.

Estos modelos de referencia nos facilitan la mejora continua de los procesos, suprimiendo aquellas operaciones que no proporcionen el suficiente valor añadido e incluyendo toda la experiencia y saber hacer de un modelo que está contrastado por la práctica.

Para la búsqueda de esos modelos de referencia, existe una técnica o herramienta denominada benchmarking, con la que buscamos en otras empresas una forma mejor de hacer  las cosas, y que nos sirva como modelo de referencia para poder alcanzar antes nuestros objetivos.

El término benchmarking fue acuñado por la compañía Xerox a finales de los años 70.

A través del benchmarking podemos conocer en que aspectos se puede mejorar y como hacerlo comparando distintos factores:

-Volúmenes de producción

-Tiempos de ejecución

-Localización geográfica

-Calidad

-Eficiencia

-Clientes

-Clima laboral

El modelo de referencia a buscar puede ser interno (dentro de las empresas de forman un grupo industrial) o externo. En el caso de un  modelo de referencia externo, la información necesaria en la mayoría de los casos no se podrá obtener directamente, ya que como es lógico, las empresas líderes procuran proteger sus ventajas competitivas.

Sin embargo en el caso concreto de la construcción y de la obra civil, existe una práctica habitual que facilita el benchmarking entre empresas del sector, que son las uniones temporales de empresas (UTEs) o Joint Ventures.

Estas prácticas son una forma muy eficaz de realizar benchmarking una vez que se consigue formar parte de ellas, dado que cada una de las empresas que la conforman, aportan lo mejor de su organización con el propósito de llevar a buen puerto el contrato o la obra en cuestión. Es decir ejecutarla con calidad, rapidez y con el mayor beneficio posible.

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Aplicación de Benchmarking en una UTE o JOINT VENTURE.

Entre los aspectos que se pueden “aprender” de otras empresas se encuentran los siguientes:

Empresas constructoras

-Nuevos proveedores y subcontratistas.

-Utilización de nuevos materiales y técnicas de construcción.

-Mejora de planificaciones (aumento de productividad)

-Ambiente de trabajo

-Sistemas de Gestión (Calidad, Medioambiente, Riesgos laborales)

-Mapas de procesos e indicadores.

-Contactos con clientes.

-Know kow

-Formación del personal.

-Nuevos mercados.

Empresas de ingeniería

-Nuevos proveedores y subcontratistas.

-Ambiente de trabajo

-Nuevo software.

-Sistemas de Gestión (Calidad, Medioambiente, Riesgos laborales)

-Mapas de procesos e indicadores.

-Contactos con clientes.

-Know kow

-Formación del personal.

-Nuevos mercados.

Como se puede ver las UTEs son una fuente valiosa de suministro de información y formación para las empresas que sepan sacar provecho de las mismas.

Sin embargo, algunas empresas pierden oportunidades de obtener este beneficio en forma de modelo de referencia para aplicarlo en la mejora de sus procesos. Entre los errores más habituales se encuentra el de enviar personal recién contratado por la empresa a la UTE, que en principio, no están involucrados con la organización ni saben si continuarán en la misma una vez que finalice la obra.

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UTE o JOINT VENTURE sin aprovechar la oportunidad de realizar Benchmarking.

 

Costes de la calidad en la construcción de obras.

La no calidad en la construcción de una obra (errores, defectos, repetición de trabajos, uso de materiales inadecuados,…) cuestan dinero, tiempo y pérdida de imagen en las empresas y los promotores de las obras. En el caso de que los promotores sean organismos públicos, al final también acaba repercutiendo en los contribuyentes.

Siguiendo una clasificación normalmente utilizada, podemos distinguir entre los siguientes:

Costes de calidad; que son aquellos en que incurre una empresa (organización) para evitar errores (costes de prevención) y realizar comprobaciones e inspecciones (coste de evaluación).

Costes de no calidad. Por costes de no calidad se entienden los costes en que incurre una empresa por los fallos cometidos, tanto si los descubre ella (fallos internos) como si los descubre el cliente (fallos externos).

Podemos denominar como “coste total de la calidad de una obra” a la diferencia entre el coste real de lo ejecutado (incluidos retrasos, repeticiones de trabajos) y el menor coste que hubiera tenido si no se hubieran producido ningún error o fallo.

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Una de las actividades más importantes es la realización de replanteos. Ya que al ser la primera actividad que se realiza, un error en ella significa arrastrar el fallo al resto de actividades con lo que los costes de calidad aumentan notablemente.

El “coste total de la calidad de una obra” sería pues la suma de los siguientes cuatro tipos de coste:

Costes de prevención.

Que previenen la aparición de no conformidades respecto a los requisitos establecidos. Un ejemplo de este coste es la formación específica a impartir tanto a los responsables de calidad como al resto de los trabajadores.

Costes de evaluación.

Son los que se realizan para verificar la conformidad con los requisitos y especificaciones del proyecto. Un ejemplo de este coste sería el tiempo destinado tanto por el personal de calidad como por el personal de producción a realizar y documentar las inspecciones establecidas.

Costes por fallos internos.

Son los detectados por la propia organización durante la ejecución de la obra. Un ejemplo es la pérdida de tiempo (dinero en definitiva) por tener que repetir una actividad (un replanteo por ejemplo) y toda la posterior repercusión que tiene sobre la planificación inicial de obra.

Costes por fallos externos.

Son los detectados por el cliente una vez que se la ha entregado la obra. Son los más importantes, dado que suponen una pérdida de imagen y confianza con el cliente y un mayor gasto económico, ya que hay que movilizar recursos (humanos y materiales) que en la mayoría de los casos ya no se encuentran disponibles en la zona donde se realizó la obra.

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Cualquier actividad por insignificante que pueda parecer a primera vista, puede originar importantes costes de calidad. Por ejemplo unas barras de acero no atadas o mal atadas puede hacer que se muevan en mitad del hormigonado impidiendo el uso de los vibradores con lo que estaríamos ante un problema serio.

Todos los costes relacionados con la calidad dentro de la ejecución de una obra no se pueden cuantificar. Identificar muchos de ellos es muy dificultoso. Además, los sistemas de contabilidad no están diseñados para identificar muchos de los costes de calidad y de no calidad.

Muchas empresas constructoras y de ingeniería son muy sensibles al coste total de la obra, y por el contrario no son conscientes del alto porcentaje que representa el coste total de la calidad dentro de ese coste global de la obra.

 

 

Aspectos diferenciadores entre gestionar la Calidad en el entorno de una obra de construcción y gestionar la Calidad en un entorno Industrial.

En primer lugar voy a aclarar a que me refiero en este post cuando hablo de un entorno de obra y un entorno industrial.

Por poner un ejemplo de un entorno de obra de construcción podría valer el caso de la ejecución de un tramo de autopista de 10 km de longitud y para el entorno industrial una empresa de fabricación y montaje de vehículos.

A continuación señalo algunas diferencias que existen a la hora de gestionar la Calidad en ambos entornos sin entrar en valoraciones del tipo “cual es más eficaz o cual más eficiente”.

 

Fotogragía de una planta de montaje de vehículos.
Imagen de una planta de montaje de vehículos.
Vista área de la construcción de un obra lineal.
Vista área de la construcción de un obra lineal.

1. Espacios abiertos o controlados.

El espacio físico de actuación en el que discurren los procesos y tareas relacionados con la gestión de la Calidad es completamente distinto, en uno tiene lugar en un tramo de 10 km de longitud que puede discurrir entre bosques, sobre ríos o bajo montañas. Por el contrario, en el caso de un entorno industrial tiene lugar en uno o varios edificios en los que los distintos procesos están perfectamente localizados.

2. Planificación y organización de los trabajos.

En una obra, los procesos no siempre se pueden planificar con antelación ni tienen el mismo ritmo de trabajo. Existen condicionantes externos (decisiones del cliente, condiciones meteorológicas, cambios en las características del terreno no previstas) que obligan a cambiar tanto los procesos previstos como el ritmo de los mismos. En un entorno industrial, si puede haber épocas de cambios en los ritmos de producción, pero en lo referente a la planificación de los trabajos y procesos se suele realizar con previsión y antelación.

3. Gestión durante un tiempo limitado.

Mientras que en un entorno industrial el sistema de gestión, los procesos y los indicadores no tienen límite en el tiempo, son por así decirlo “indefinidos”, en una obra tienen una duración determinada, que empieza al inicio de la obra y finaliza con el acto de recepción de la misma por parte del cliente. Lo que supone que para cada nueva obra hay que revisar y adaptar el sistema de Calidad a la realidad de la misma: tipología, promotor, equipos, medios,….

4. Actuación de terceros.

Con esto me refiero, a que una obra no es un entorno controlado, no se le pueden poner puertas al campo, con lo que en ocasiones influyen las actuaciones de terceros (propietarios de los terrenos o robos de equipos y materiales). Un caso particular es la interacción con otros servicios que normalmente ocurre en todas las obras. Afecciones con carreteras, líneas de ferrocarril, gasoductos, líneas de fibra óptica, líneas eléctricas, arroyos y cauces de dominio público, zonas de interés cultural e histórico,….

En un entorno industrial al ser la ubicación fija y controlada una vez que se establece, ya se evitan todas las afecciones mientras dure la actividad.

5. Equipos humanos nuevos.

Enlazando con lo descrito en el punto 3, por cada nueva obra en la mayoría de los casos, supone un cambio total del equipo humano, con lo que hay que volver a comprobar la formación y el conocimiento acerca del sistema de los miembros del equipo y su forma de aplicación en anteriores obras. En un entorno industrial, esto no sucede, se pueden producir cambios de personas en el equipo, pero no de una manera tan radical como habitualmente ocurre al inicio de una obra.

6. Circunstancias cambiantes.

Al estar la obra en un entorno al aire libre, se está sujeto a las incidencias climatológicas que pueden cambiar incluso en el mismo día (temperaturas, tormentas) y pueden incidir en la Calidad de determinados procesos. Por ejemplo temperaturas excesivamente altas o bajas son condicionantes a la hora de hormigonar un elemento. En épocas de lluvias o sequía están condicionados los trabajos de extendido y compactación de tierras y pavimentos.

En un entorno industrial estas incidencias desaparecen al tener un ambiente controlado para la ejecución de los procesos.

¿Es posible aplicar una metodología nueva de adjudicación de contratos públicos basado además de en la oferta económica-técnica en aspectos relacionados con la Calidad, Medioambiente, Prevención e I+D+i de una forma “real”?

Actualmente la práctica más común para la adjudicación de contratos públicos son métodos en los que se valora un oferta económica y una oferta técnica o bien el conjunto de ambas.

A la vez, actualmente, existe cada día un mayor número de empresas con sistemas de gestión (Calidad, Medioambiente, Seguridad y Salud) en la mayoría de los casos certificados por una entidad acreditada bajo normas internacionales ampliamente reconocidas y de demostrada eficacia (ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001).

Estas empresas aportan una serie de esfuerzos y una serie de recursos (económicos, humanos, materiales) para implantar, mantener y mejorar unos sistemas de gestión, que se traduce (o debiera traducirse) en que los trabajos realizados por estas empresas cumplen con los requisitos y a satisfacción de los clientes, preservando o minimizando los impactos en el medioambiente a la vez que se evitan o reducen los riesgos y accidentes laborales.

Todos estos sistemas se basan en la gestión por procesos que sigue el ciclo de Planificar- Hacer- Verificar- Actuar.

Estos procesos necesitan de unos indicadores que nos permiten revisar y mejorar el sistema.

Aunque los indicadores son propios de cada empresa, no son muy diferentes unos de otros, dado que las Normas y sus requisitos son las mismas en todos los casos.

Luego, existiendo en la práctica estos indicadores (necesarios para las empresas certificadas) podrían ser utilizados como forma de valoración para la adjudicación de contratos y obras públicas.

 Algunos ejemplos de estos posibles indicadores podrían ser:

– Número de reclamaciones de clientes/ nº total de contratos adjudicados. (Calidad)

 – Porcentaje de reducción de superficie afectada respecto a la de los proyectos adjudicados. (Medioambiente)

 – Nº Accidentes (o incidentes) respecto al importe de los contratos adjudicados en los últimos años. (Seguridad y Salud)

 – Número de proyectos de investigación e innovación respecto a los contratos adjudicados en los últimos cinco años. (I+D+i)

Por último, y ya que algunos Organismos Públicos tienen implantados a su vez sistemas de gestión certificados (por ejemplo ADIF en España para la gestión de las infraestructuras públicas ferroviarias), la inclusión de estos nuevos criterios evaluadores se podría considerar como acciones de mejora en sus respectivos sistemas de gestión.

La importancia de dejar constancia de todas las comprobaciones / inspecciones tanto positivas como negativas.

Durante la ejecución de una obra se realizan una gran cantidad de comprobaciones / inspecciones. Lo normal, es que la mayoría de las mismas de un resultado positivo o conforme.

En algunas ocasiones, para ahorrar tiempo y trabajo se tiende a solo dejar registro de aquellas inspecciones que no son conformes. En resumen dejar constancia de defectos, no conformidades, trabajos mal ejecutados, unidades defectuosas,…

Sin embargo es importante en cualquier obra dejar constancia de todas las inspecciones realizadas, entre otras, por las siguientes razones:

El tener todos los resultados da una idea real del funcionamiento del sistema de calidad (función de calidad, plan de calidad) así como de la calidad de lo que se ejecuta. Si tenemos 100 resultados de inspecciones y 90 no son conformes, obviamente la calidad es prácticamente nula, en cambio si tenemos 10.000 resultados de inspecciones y 90 no son conformes, estamos ante una calidad alta (esto depende lógicamente del tipo de sector y producto que se realice).

Por la misma razón, el tener todos los resultados,  evita daños a la imagen de constructoras y organizaciones que realizan trabajos de calidad, pero que al tener una información sesgada e incompleta pueda dar la impresión de que no realiza las obras con la suficiente calidad.

Por último, dejar constancia de todas las inspecciones (y de todo el trabajo en general), ayuda a justificar tu capacidad y eficiencia. Por ejemplo, en el caso de empresas consultoras, su función no es solamente detectar muchos errores, sino más bien asegurar que los trabajos se están realizando conforme a las especificaciones establecidas y el Plan de Calidad aprobado. Para ello, es necesario documentar el trabajo día a día, los tajos que se visitan, las comprobaciones que se realizan, las propuestas y las recomendaciones que se hagan.

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Montaje de armaduras y encofrados de depósitos para agua.

 

Diferencias entre Control Interior (Interno + Externo) y el Control Exterior en una obra.

La primera división o clasificación que debemos hacer será en función de la organización responsable de realizar dicho control, o dicho de otro modo en función de quien lo “paga”.

De esta división obtenemos:

Control Interior (interno + externo) cuyo responsable es la empresa u organización adjudicataria  de la obra, y el control exterior, que es responsabilidad del Promotor de dicha obra o infraestructura.

Control exterior.

Es el seguimiento y supervisión que hace el Promotor de la obra a través del Director de Obra y de su equipo (Consultor) para comprobar y verificar lo que hacen el resto de controles (interno y externo), responsabilidad del contratista, con el fin de garantizar la conformidad e idoneidad de los materiales y unidades de obra ejecutadas y en general de la obra completa construida.

Control interior.

Es el control responsabilidad de la empresa u organización adjudicataria  de la obra. A su vez se descompone en  control interno y control externo.

 Control interno.

Es el seguimiento y supervisión directo de los procesos y trabajos cuya responsabilidad está en las mismas personas encargadas de la producción y ejecución. Es decir es un autocontrol sobre su trabajo siguiendo los procedimientos y formatos establecidos en el Plan de Calidad de la obra.

Control externo.

Es la supervisión, vigilancia y verificación de los materiales, procesos y trabajos cuyo responsable es una persona independiente de la rama de producción (no de la empresa), es decir, el denominado Responsable de la Unidad de Calidad.

Es la persona encargada de garantizar el cumplimiento del Plan de Calidad así como de que se realicen los controles y ensayos previstos ya sea con los recursos de la propia empresa o con la colaboración de otras empresas o laboratorios de materiales.

La independencia del control externo debe reflejarse en el organigrama de la obra y en el propio Plan de Calidad.

También se puede establecer una diferencia entre estos dos controles (interno – externo) en virtud de la dependencia jerárquica de uno y otro control. Mientras que el control interno depende directamente del Delegado del Contratista o del Jefe de Obra, el control externo (Responsable Unidad de Calidad) depende jerárquicamente de la Dirección General de dicha empresa.

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Técnico de Calidad -> Supervisor de Operaciones -> Gestor de Explotación. ¿Una cuestión de nombre?

En ocasiones para reconocer la importancia que tienen las cosas hay que detenerse y tomar tiempo para pensar en ellas.

Actualmente, un Técnico de Calidad en el sector de la construcción, y puede que también en otros sectores, tiene un perfil jerárquico más bien bajo o por decirlo de otro modo, se encuentra “en un lateral” del organigrama principal de la empresa.

¿Pasaría lo mismo si cambiáramos el nombre de Técnico o Jefe de Calidad por el de Supervisor o Jefe de Operaciones?

Vamos a ir razonando el paso de la nomenclatura de Responsable (Técnico – Jefe)  de Calidad a Responsable de Operaciones y por último a Responsable de Explotación, basándonos en las funciones que desempeña por ejemplo en la ejecución de una obra.

 

Responsable de Calidad.

Entre sus funciones se encuentran las siguientes:

  • Conocer la Política y objetivos de la empresa.
  • Conocer los sistemas de gestión de la empresa.
  • Conocer los procedimientos, formatos, y los registros e indicadores que se obtienen con ellos.
  • Seleccionar para cada obra los procedimientos que son de aplicación; organización y formación del personal de obra en los sistemas de Calidad.
  • Conocer el día a día de la obra así como las incidencias que se producen.

 Consecuencias:

1.- El Responsable de Calidad tiene un conocimiento elevado del sistema de gestión, del propio Proyecto Constructivo, de los medios y equipos utilizados  y  de los distintos procesos y tareas que tienen lugar.

2.- En base a los resultados de aplicar los Procedimientos en los procesos y tareas (PPI, FI, comparativos, cuadros, controles) se obtienen una serie elevada de datos e indicadores: rendimientos, productividad, incidencias, costes,….. y la persona a la que llega toda esta información es el Responsable de Calidad, que la ordena y clasifica según el sistema de Gestión.

Sumando 1 más 2 podemos dar el salto de Responsable de Calidad a Responsable de Operaciones dentro de la Obra.

 

Responsable de Operaciones.

Una vez que tenemos los datos e indicadores de la obra, con toda esta información se puede realizar un análisis de la gestión de la explotación hasta ese momento.

Podemos obtener informes de gestión cómo por ejemplo los siguientes:

  • Productividad: beneficio/coste de cada equipo o subcontrata.
  • Desviaciones posibles: de unos datos fiables se pueden detectar con mayor prontitud las posibles desviaciones y tomar medidas que las corrijan o minimicen.
  • Estudio de las incidencias producidas: causas, costes, medidas adoptadas para prevenirlas.

Con las conclusiones de estos informes somos capaces de tomar las decisiones, en base a datos fiables, que nos permiten conseguir los objetivos en nuestra obra o explotación.

Con un análisis de los datos e indicadores hemos dado otro salto para pasar de Responsable de Operaciones a Responsable de Explotación.

En conclusión, en muchas empresas existen verdaderos Responsables de Explotación y/o Operaciones, donde estas empresas sólo ven simples Técnicos de Calidad, sin lograr aprovechar todo el potencial que tiene ese puesto.

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Ahorros que produce una gestión eficiente de la Calidad a las organizaciones implicadas en la construcción de una Obra Civil.

Hoy en día en la mayoría de las obras y de las organizaciones y empresas, la Calidad es un aspecto subordinado a la producción o por lo menos no en el mismo nivel de importancia. Esto se puede comprobar viendo los medios, en cuanto al personal se refiere, que están en obra, donde hay casos en que por ejemplo hay más de veinte personas destinadas a la producción y una única persona destinada a funciones de Calidad.

Claro está, que el objetivo de la empresa constructora es la ejecución de una obra, es decir la producción, pero no debería existir una diferencia tan notable entre los medios dedicados a ésta y los medios dedicados a la Calidad.

Una de las razones para cambiar esto, aunque hay más, es que una buena gestión de la Calidad en la obra produce ahorros tanto tangibles (económicos) como intangibles (imagen, marca) a todas las partes que intervienen en la ejecución de la obra.

 Ahorros para el promotor de la obra.

.- Control y optimización del gasto, generando recursos para nuevas obras o para la propia organización.

.- Tener criterios más objetivos a la hora de volver a adjudicar nuevos proyectos y obras.

.- Evitar discusiones y dolores de cabeza por las modificaciones, obras complementarias y reclamaciones de terceros.

 Ahorros que produce para el contratista que ejecuta la obra.

.- Ahorro económico, al reducir incidencias y repeticiones de los trabajos.

.- Mejora de imagen, marca y fiabilidad ante su actual y futuros clientes.

.- Obtención de datos útiles para poder mejorar la productividad de cara a nuevas obras.

 Ahorros que produce la Calidad para el consultor.

.- Rentabilidad, en base a ofrecer un buen servicio al Cliente que pueda generar nuevas oportunidades de negocio.

.- Datos útiles que ayuden a mejorar la productividad.

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