¿Se puede gestionar eficazmente la Calidad sin tener un Sistema de Calidad certificado?

 Obviamente si. Se puede tener un buen sistema que garantice el aseguramiento de la Calidad mediante una serie de procedimientos y procesos sin tener porque estar ese sistema certificado y auditado por una organización exterior independiente.

 Naturalmente, en este tema tiene la última palabra el Promotor de la obra, que dentro de los requisitos contractuales y pliegos de prescripciones puede indicar o establecer como requisito imprescindible el tener un Sistema de Calidad acorde a una determinada norma y que este certificado por una entidad independiente. O por el contrario puede definir en esos mismos documentos unas directrices, e incluso procedimientos y formatos, para realizar el aseguramiento de la Calidad dentro de las obras que el promueve.

 Por último se encuentra el caso de las UTE, es decir una nueva empresa que surge de la unión de dos o más organizaciones para realizar una obra o prestar un servicio con una duración de tiempo determinada. Lo normal es que cada empresa tenga su propio Sistema de Calidad, con lo que aparecen dos posibilidades, o se escoge el sistema de una de las organizaciones o se realiza uno nuevo, utilizando partes de cada sistema de las empresas integrantes adaptándolo a la realidad de la obra en cuestión.

Esto último presenta el inconveniente, de que al ser obras que no utilizan el Sistema de Calidad de cada organización, nunca son seleccionadas para la realización de auditorias, tanto las internas de las propias organizaciones como las externas realizadas por las entidades de certificación.

Como en la práctica en una UTE se realiza el aseguramiento de la Calidad de una manera prácticamente igual en procedimientos y procesos a una obra realizada por una única entidad, se llega a la conclusión que si se puede gestionar de manera eficiente la Calidad sin tener un Sistema de Calidad cien por cien certificado.

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Como orientar la Calidad hacia un objetivo predefinido en una Obra Civil.

En muchas ocasiones, la Calidad en las obras se convierte en una herramienta cuya única finalidad es la de mantener o conseguir unos determinados sellos o  certificados que a la hora de acudir a las licitaciones o concursos se supone dan un plus para una empresa u organización.

Durante la ejecución de la obra se presupone que hay unos medios destinados  a  hacer cumplir los criterios de Calidad establecidos.

Para gestionar adecuadamente la Calidad dentro de una Obra lo primero es definir los objetivos que se quieren alcanzar, aparte obviamente de la construcción de la obra propiamente dicha.

En principio se pueden plantear tres objetivos generales que se pueden establecer para una Obra: control de gasto, control de plazo de ejecución y durabilidad de lo ejecutado.

Como orientar la Calidad hacia la consecución de cada uno de estos objetivos.

1.- Control de gasto.

La primera premisa para que la Calidad colabore a controlar el gasto y cumplir con el presupuesto establecido, es aplicar un Sistema de Calidad que englobe la Obra desde el comienzo, es decir desde la redacción del Proyecto. Si el Proyecto no está redactado y supervisado con unos ciertos criterios tiene muchas posibilidades de que la obra acabe sufriendo la temida “triada” de la obra civil, es decir Modificado, Complementario  y Liquidación. Se debe exigir un Sistema de Calidad que supervise la redacción del Proyecto y su viabilidad sobre los terrenos en los que se va a ejecutar.La otra manera de controlar el gasto, es garantizar que las cosas se realizan una vez. Una y bien. Para eso el Sistema de Calidad debe centrarse en la revisión del Proyecto y en las planificaciones de Obra además de los controles habituales: inspecciones, control materiales, control proveedores, etc.

2.- Control de plazo.

En determinadas obras el factor de plazo más importante es el plazo de ejecución. En este caso, se debe optar por un Sistema de Calidad  simplificado que basado en los propios datos y parámetros obtenidos en otras obras permite realizar la ejecución de la Obra de una manera rápida pero sin pérdida de Calidad. El uso de simulaciones y su análisis es especialmente útil en estos casos, en los que no hay margen para hacer las cosas dos veces. Escoger subcontratistas y proveedores contrastados con rendimientos y plazos de entrega conocidos de otras obras. Sustitución de las fichas de inspección por tablas de inspección. Estos son algunos ejemplos para orientar la Calidad al control de plazo.

3.- Durabilidad de lo ejecutado.

En otras ocasiones, el factor determinante es la durabilidad de una obra. Un ejemplo sería los habituales refuerzos de firme, o reparaciones y mejoras de las redes saneamiento, abastecimiento, etc, de la calle o paseo principal de una ciudad. Estas obras ocasionan un gran perjuicio a la ciudad por lo que es imprescindible que los trabajos se hagan con la mayor Calidad posible para garantizar la durabilidad y evitar nuevas actuaciones. En estos casos la Calidad se debe orientar a garantizar el uso de materiales  y equipos contrastados. Los materiales nos garantizaran la durabilidad de lo ejecutado y los equipos aparte de evitar pérdidas de tiempo por averías nos garantizarán que los trabajos se desarrollan conforme a lo esperado de ellos. Se tiene que planificar los ensayos en función de la importancia de cada unidad de obra y aumentar el número con respecto al Pliego o plantear el uso de otros ensayos. Otra opción es aumentar el número de contrastes que realiza el control externo. En cuanto a las inspecciones habría que realizar un planteamiento en el que haya inspecciones cruzadas, es decir que haya más de un responsable del control de una determinada unidad, para evitar arrastre de errores desde el principio.

En conclusión, lo principal es tener claro los objetivos que se quieren lograr en una determinada actuación, y en función de eso adaptar el Plan de Calidad hacia la consecución de esos objetivos.

¿Es posible un planteamiento de tipo económico para evitar números elevados de No Conformidades en Obra?

En muchas obras se produce un número elevado de No Conformidades, muchas veces relacionadas con la falta de interés en obra por la Calidad.

Las No Conformidades se acumulan sin cerrarse durante meses y se producen reiteraciones de las mismas.

Cuando llegan las fechas de las auditorias externas, normalmente se da un “empujón” al tema y se procura cerrar las máximas posibles, plantear acciones preventivas, etc. Pero una vez que se pasa (“no supera”) la auditoria se vuelve a la rutina de antes.

 Un posible planteamiento, sería penalizar con una cierta cantidad económica al contratista por cada No Conformidad abierta y sin cerrar.

 Por penalizar, entiéndase una forma de dar importancia a la Calidad en la obra y a la realización de los trabajos cumpliendo con los requisitos exigidos.

 Obviamente la finalidad no sería recaudatoria.

 A modo de ejemplo, se podría penalizar cada No Conformidad abierta y sin cerrar en ese mes con una determinada cantidad, 1.000 ó 2.000 €. Esta cantidad se detraería de la correspondiente Certificación Mensual de obras y a su vez, cuando dicha No Conformidad fuera convenientemente cerrada se procedería a incluir el importe correspondiente a dicha No Conformidad en la respectiva Certificación Mensual.

 En principio, no parece mucho dinero, pero si en una obra tienes sin cerrar más de 30 No Conformidades, igual la cantidad  económica ya empieza a ser tan importante como para tomar medidas urgentes y solucionar el tema.

Importancia de los equipos informáticos en la gestión de la Calidad

Aunque en general, es una práctica habitual la utilización de las últimas tecnologías en las oficinas de obra, es importante recordar la mejora que aportan a la productividad y al resultado económico al reducir notablemente tiempos y costos.

En lo referente a la gestión de la Calidad es imprescindible contar con los siguientes equipos para realizar una buena gestión de la misma:

  • Cámaras fotográficas digitales. Es fundamental contar con cámaras digitales con una buena tarjeta de memoria, ya que como se suele decir, vale más una imagen que mil palabras.
  • Red local para los equipos informáticos de la oficina. Esta nos sirve para que tener el archivo compartido en la red y que cada persona del equipo puede “subir” sus datos al mismo y que estén visibles para el resto.
  • Equipos multifunción potentes. Es decir los equipos que son a la vez fotocopiadora, impresora y escáner. El tener un equipo potente ahorra tiempo y en consecuencia dinero. El escáner es especialmente útil porque te da la posibilidad de tener toda la documentación de la obra en un solo disco duro, pen drive o DVD, sin tener que andar buscando entre más de un centenar de archivadores.
  • Ordenadores. Sin que tengan que ser el último modelo si deberán tener la suficiente capacidad como para poder cargar programas técnicos, como por ejemplo el Autocad.

Antivirus. También es importante proteger los equipos y la red con antivirus de contrastada eficacia. Aunque hoy en día hay empresas que te pueden recuperar los datos, estás cosas tienen el mal hábito de suceder siempre en los peores momentos. (antes de auditorias, los días de certificaciones,…).

Puede una Gestión de la Calidad en obra ser productiva.

Sí.

Hoy en día, en la mayoría de los casos, todo lo relacionado con la Calidad en obra tiene dos finalidades principales:

La primera y más importante,  obtener el sello de Calidad, certificado a poder ser por un entidad relevante, lo cual en teoría supone una ventaja a la hora de obtener licitaciones y una buena imagen de empresa que ofrecer a posibles clientes tanto privados como públicos.

La segunda finalidad, y en determinados casos, bastante importante, es recopilar toda la información referente a una obra: certificados de Calidad, fichas de inspección, aptas de ensayos, etc. Por si en un futuro, pudiera surgir algún problema o incidencia en la obra, las constructoras (principalmente), puedan aportar la documentación de la ejecución relativa a esa estructura, desmonte, terraplén, túnel,…en el que se ha producido la incidencia.

El concepto de Calidad productiva se refiere al hecho de que pueda aportar aspectos que reviertan en la “producción” de una constructora o bien de una ingeniería.

Para justificar el que con el que comenzaba este post voy a dar un ejemplo de una  posible utilidad productiva de la Calidad.

Por ejemplo, supongamos que en la obra A se realiza un hormigonado de un tablero de un paso superior de un volumen considerable  (600 – 700 m3 por poner una cantidad), el jefe de obra ha previsto la utilización de una única autobomba de hormigonado. Resulta que la única autobomba de hormigonado no dá abasto, se acumulan las hormigoneras, hay que devolver cubas de hormigón y el hormigonado se alarga durante más de 12 horas. Consecuencias: puede que al prolongarse tanto el hormigonado una parte haya empezado a fraguar  antes que la otra con lo que pueden aparecer fisuras en la estructura, con las consecuencias que ello tiene: análisis y seguimiento de fisuras, estudios, supervisión de estudios, toma de decisiones,….

En principio la Calidad no resuelve el problema de la obra A (es un problema de planificación y se deberán realizar las acciones correctivas oportunas para solucionar la incidencia) pero una buena gestión de la Calidad de esa incidencia si puede servir para evitar el mismo problema en la obra B, en la obra C, etc.

Es decir:

En oficina de obra: se debe recoger el mayor número de datos posibles (modelo autobomba, número operarios, tipo hormigón, número de cubas, etc) y describir con detalle todo lo relacionado con el incidente y su resolución.

En delegación: garantizar el correcto archivo de la información y asegurarse de la publicación y acceso (conocimiento) a la misma por parte del resto de la empresa.