Predominio de las acciones correctivas frente a las preventivas en la construcción de obras.

En cualquier obra  que eligiéramos al azar, se podría constatar que el número de acciones correctivas, es decir acciones que se realizan como consecuencia de la apertura de una no conformidad, es claramente muy superior al número de acciones preventivas (acciones que se realizan para evitar potenciales no conformidades o incidencias).

Lo más habitual es que no haya  ni una sola acción preventiva y que por el contrario, se actúe de una manera reactiva para arreglar o solventar la no conformidad una vez producida, siendo en la mayoría de los casos abierta por una organización distinta al constructor (consultor, asistencia técnica, dirección de obra, Organismos Públicos afectados por la obra).

En otros sectores (automoción, alimentación, farmacéutico) se intenta siempre actuar de una manera preventiva, que es una de las bases de la mejora continua y además es pura lógica, puesto que si tu evitas que se produzcan incidencias, defectos o errores, estarás ahorrando en costes (dinero) y aumentando la producción (evitas pérdidas de tiempo y paradas para rehacer o solucionar la incidencia).

El preparar acciones preventivas no es una actividad complicada o con tantas variables y posibilidades que den como resultados acciones generales u orientativas. Al contrario, las acciones preventivas son para cada tipología de obra (urbanizaciones, obras lineales, túneles, viaductos, edificación) prácticamente las mismas. No hay más que repasar el informe histórico de No Conformidades para comprobar que como mínimo, el 90% de las No Conformidades son repetidas (limpieza de barras de acero, colocación de separadores, espesores de las capas en los terraplenes, replanteos incorrectos, ensayos de caracterización de suelos, proctor aplicados incorrectos en la comprobación de la compactación, mal vibrado del hormigón, tipo de hormigón incorrecto, etc.).

En toda obra, una de las primeras cosas que se realiza es el análisis del proyecto de construcción por parte de la empresa adjudicataria, para encontrar posibles errores y analizar posibles alternativas que puedan suponer un ahorro de tiempo y dinero a la hora de ejecutar la obra (Inicio de la «búsqueda» de un Proyecto Modificado). Cabe pensar, que a la vez que se realiza ese análisis del Proyecto Constructivo se pueda realizar un “análisis inicial de la gestión de calidad en la obra X” en el que se estudie el proyecto de construcción desde el punto de vista de la calidad, materiales a utilizar, ensayos, planificación de procesos, número y tipo de inspecciones, documentos necesarios, etc.  Además en base a la experiencia acumulada en otras obras se puede hacer una previsión de puntos de especial atención, esto es, una planificación de acciones preventivas.

Uno de los mayores inconvenientes para realizar esto, es que la incorporación del personal para la gestión de la calidad, se suele realizar una vez que ya han comenzado los trabajos. Esto es, primero se establece todo el equipo de producción (jefes de obra, encargados, etc.) y de la parte administrativa y ya por último se busca “con calma” (dado que la producción ya esta en marcha) a alguien que se ocupe de los “papeles de calidad”. Con lo que el resultado al final es efectivamente un montón de papeles de calidad (actas de ensayo, certificados, registros de inspecciones) incompletos (porque ya ha comenzado la obra) y que de poco o nada servirán para alcanzar lo objetivos principales de la calidad en la obra, que son, aumentar la eficacia y la eficiencia de los procesos y asegurar la «sobresatisfacción» del cliente.

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Acción correctiva (retirada de material) derivada de una No Conformidad por la formación de la cuña de transición con material granular en vez de emplear el material de proyecto (suelo cemento). Una acción preventiva para evitar estos casos son las actas de inicio de tajo, que recogen las especificaciones actualizadas de la unidad de obra y requieren el visto bueno de producción y calidad, antes de comenzar su ejecución.