Verificación y Calibración de equipos.

Las verificaciones y calibraciones de los equipos que empleamos para realizar ensayos, medidas e inspecciones en obra, son necesarias para asegurar su fiabilidad y correcto funcionamiento.

Calibración de un equipo.

Calibrar es comparar un equipo con otro “patrón” del que se tiene una fiabilidad contrastada, calculando la incertidumbre de ese equipo en la calibración.

Lo habitual es realizar las calibraciones en laboratorios especializados, dedicados a estos temas.

Las calibraciones son periódicas y se suelen realizar siguiendo las recomendaciones del fabricante de cada equipo.

Verificación de un equipo.

Entre cada uno de los períodos establecidos para las calibraciones (que en algunos equipos pueden distar dos años) es recomendable realizar verificaciones de los mismos.

Verificar es comprobar la verdad de una cosa. Es decir, con los equipos que queremos verificar, realizamos medidas sobre elementos con datos ya conocidos (triangulaciones y cotas para equipos topográficos, árido seleccionado para comprobar tamices en ensayos de suelos, etc.)

Las verificaciones realizadas cada poco tiempo tienen la ventaja de que detectan los equipos que no funcionan correctamente por causas varias: golpes, caídas, etc.

Otro motivo para realizar las verificaciones cada poco tiempo, es que en el caso de que se detectara algún equipo con incorrecto funcionamiento (fuera de tolerancias), sólo habría que revisar las operaciones realizadas con él desde que se realizó la última verificación apta.

Equipos para verificar y calibrar en el ámbito de la obra civil son: topográficos (niveles, estaciones totales, GPS), de laboratorio (prensas de rotura de probetas de hormigón, pesas, tamices,..) y auxiliares (flexómetro, etc.).

En conclusión, con las calibraciones y verificaciones se disminuye el riesgo de errores en las obras  y se reduce la carga de trabajo en el caso de que se produzcan.

 

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Calibración de una prensa para roturas de probetas de hormigón.